El término cubismo fue acuñado por el crítico
francés Louis Vauxcelles, el mismo que había
bautizado a los
fauvistas motejándolos de
fauves (fieras); en el caso de
Braque y sus pinturas de
L'Estaque, Vauxcelles dijo, despectivamente, que era una pintura compuesta por «pequeños cubos». Se originó así el concepto de «cubismo». El cubismo literario es otra rama que se expresa con poesías cuya estructura forma figuras o imágenes que ejemplifican el tema, la rima es opcional y no tienen una métrica específica ni se organizan en versos.
Características[editar]
Cuando hacíamos cubismo, no teníamos ninguna intención de hacer cubismo, sino únicamente de expresar lo que teníamos dentro.
Juan Gris:
Guitarra y mandolina, 1919, Galerie Beyeler, Basilea.
El cubismo es considerado la primera
vanguardia, ya que rompe con el último estatuto
renacentista vigente a principios del
siglo XX, la
perspectiva. En los cuadros cubistas, desaparece la perspectiva tradicional. Trata las formas de la
naturaleza por medio de figuras
geométricas, fragmentando líneas y superficies. Se adopta así la llamada «perspectiva múltiple»: se representan todas las partes de un objeto en un mismo plano. La representación del mundo pasaba a no tener ningún compromiso con la apariencia de las cosas desde un punto de vista determinado, sino con lo que se sabe de ellas. Por eso aparecían al mismo tiempo y en el mismo plano vistas diversas del objeto: por ejemplo, se representa de frente y de perfil; en un rostro humano, la nariz está de perfil y el ojo de frente; una botella aparece en su corte vertical y su corte horizontal. Ya no existe un
punto de vista único. No hay sensación de
profundidad. Los detalles se suprimen, y a veces acaba representando el objeto por un solo aspecto, como ocurre con los
violines, insinuados solo por la presencia de la cola del mismo.
Se eliminan los colores sugerentes que tan típicos eran del
impresionismo o el
fovismo. En lugar de ello, utiliza como tonos pictóricos apagados los
grises,
verdes y
marrones. El monocromatismo predominó en la primera época del cubismo, posteriormente se abrió más la paleta.
Con todas estas innovaciones, el arte acepta su condición de arte, y permite que esta condición se vea en la obra, es decir es parte intrínseca de la misma. El cuadro cobra autonomía como objeto con independencia de lo que representa, por ello se llega con el tiempo a pegar o clavar a la tela todo tipo de objetos hasta formar
collages.
La obra resultante es de difícil comprensión al no tener un referente naturalista inmediato, y ello explica que fuera el primero de los movimientos artísticos que necesitó una exégesis por parte de la "crítica", llegando a considerarse el discurso escrito tan importante como la misma práctica artística. De ahí en adelante, todos los movimientos artísticos de vanguardia vinieron acompañados de textos críticos que los explicaban.
El cubismo tuvo como centro neurálgico la ciudad de París, y como jefes y maestros del movimiento figuraban los españoles Pablo Picasso y Juan Gris y los franceses Georges Braque y Fernand Léger. El movimiento efectivamente se inicia con el cuadro
Las señoritas de Aviñón (
Demoiselles D'Avignon) de
Pablo Picasso. Como elemento precursor del cubismo destaca la influencia de las esculturas africanas y las exposiciones retrospectivas de Georges Seurat (1905) y de Paul Cézanne (1907).
El cubismo surge en la
primera década del
siglo XX, constituyendo la primera de las
vanguardias artísticas. Entre las circunstancias que contribuyeron a su surgimiento, se ha señalado tradicionalmente tanto la obra de
Cézanne como el arte de otras culturas, particularmente la
africana. En efecto, Cézanne pretendió representar la realidad reduciéndola a sus formas esenciales, intentando representar los volúmenes sobre la superficie plana del lienzo de una manera nueva, tendencia que fue seguida por los cubistas. Ya antes que él, los
neoimpresionistas Seurat y
Signac tendieron a estructurar geométricamente sus cuadros. Lo que Picasso y Braque tomaron de Cézanne fue la técnica para resolver ese problema de lograr una nueva figuración de las cosas, dando a los objetos solidez y densidad, apartándose de las tendencias impresionistas que habían acabado disolviendo las formas en su búsqueda exclusiva de los efectos de la luz.
Por otro lado, el
imperialismo puso a
Occidente en contacto con otras civilizaciones con un arte propio y distinto del
europeo. A través de diversas exposiciones,
Picasso conoció la
escultura ibérica y la africana, que simplificaban las formas y, además, ponían en evidencia que la pintura tradicional obedecía a una pura convención a la hora de representar los objetos conforme a las ideas
renacentistas de
perspectiva lineal y
aérea. Lo que parece actualmente excesivo a los historiadores de arte es atribuir una influencia directa de las
máscaras africanas con la obra
picassiana.Todo ello no hubiera sido posible sin la aparición de la
fotografía pues esta, al representar la realidad visual de manera más exacta que la pintura, liberó a este último arte de la obligación de representar las cosas tal como aparecen ante nuestros ojos y forzó a los artistas a buscarle un sentido diferente a la mera transcripción a las dos dimensiones de la apariencia externa de las cosas. La aparición del cubismo se ha relacionado, además, con otros tres hechos acontecidos en esas décadas que revelan que las cosas pueden ser diferentes a como aparentan ser: el
psicoanálisis al evidenciar que pueden existir motivaciones más profundas para los actos y pensamientos humanos; el interés por la
cuarta dimensión, fruto de la revolución acaecida en la geometría del siglo XIX; y la
teoría de la relatividad, que revela que el mundo no es exactamente, en su estructura profunda, como lo presentaba la
geometría euclidiana.
Cubismo analítico o hermético (1909-1912)[editar]
En
1909 Braque y Picasso estrechan su amistad y consiguen desarrollar la nueva tendencia. Juntos crearon las dos tendencias del cubismo. La primera es el
cubismo analítico (
1909-
1912), en donde la pintura es casi monocroma en
gris y
ocre. Los colores en este momento no interesaban pues lo importante eran los diferentes puntos de vista y la geometrización, no el cromatismo. Fueron elaborando un «nuevo lenguaje» que analiza la realidad y la descompone en múltiples elementos geométricos. Los puntos de vista se multiplicaron, abandonando definitivamente la unidad del punto de vista de la
perspectivarenacentista. Se introducen en la pintura los «pasos», definidos como ligeras interrupciones de la línea del contorno. Los volúmenes grandes se fragmentan en volúmenes más pequeños. Entre las obras de esta fase del cubismo se encuentra el
Retrato de Kahnweiler (1910, Instituto de Arte de Chicago).
A este período también se le llama de
cubismo hermético, pues por la cantidad de puntos de vista representados, algunas obras parecen casi
abstractas. Al hermetismo se llega porque los planos acaban independizándose en relación al volumen de manera que es difícil descodificar la figuración, reconstruir mentalmente el objeto que esos planos representan. El
color no ayudaba, al ser prácticamente monocromos y muchas veces convencionales, no relacionados con el auténtico color del objeto. La imagen representada, en definitiva, era ilegible, casi imposible de ver, a no ser por algunos objetos como una
pipa, o letras de periódico, que permiten distinguir lo que se está representando.
Es en esta fase cuando el cubismo se presenta en público. Pero no por obra de Picasso y Braque, que exponían privadamente en la galería Kahnweiler, sino por otros pintores que conocieron la obra de aquellos en sus talleres. Se presentaron al
Salón de los Independientes de 1911. En su sala 41 aparecieron obras de
Jean Metzinger,
Albert Gleizes,
Henri Le Fauconnier,
Fernand Léger y
Robert Delaunay. Provocaron el escándalo y rechazo de público y crítica. Ello llevó a que se construyera ya una obra doctrinal de primera hora explicando los hallazgos de la nueva tendencia. Así, el primer estudio teórico del cubismo lo hicieron en
1912 Gleizes y Metzinger:
Du "Cubisme" (en) («Sobre el cubismo»).
Apollinaire, por su parte, escribió
Les peintres cubistes («Los pintores cubistas. Meditaciones estéticas») en
1913. Hubo otras adhesiones, como la de la mecenas
Gertrude Stein o los marchantes como
Ambroise Vollard y
Henry Kahnweiler. Otros poetas, además de Apollinaire, defendieron el nuevo estilo:
Pierre Reverdy y
Max Jacob.
Además del rechazo de los tradicionalistas de la pintura, hubo posteriormente críticos que venían de la propia
vanguardia, centradas en dos problemas que planteaba el cubismo: su estatismo y su adhesión a lo figurativo. En efecto, sobre todo los
futuristas objetaron al cubismo que en sus obras el movimiento estuviera ausente, siendo así que el mundo actual es esencialmente
dinámico.
Guido Severini, a quien se considera el más cubista dentro del futurismo, lo criticó en
Del Cubismo al Clasicismo (1921), aunque con el tiempo (1960) reconoció que debía al cubismo gran parte de su técnica. Algunos cubistas fueron sensibles a esta crítica y crearon obras influidas por el futurismo, como hizo
Marcel Duchamp con su primera versión de
Desnudo bajando una escalera (
1911,
Museo de Arte de Filadelfia, col. Arensberg). Por otro lado, aunque en su época no resultaba fácil deslindar el cubismo de la
abstracción, hoy resulta evidente que siguen sujetos a una representación figurativa de las cosas reales. Se seguían representando
sillas,
botellas o figuras humanas, aunque las descompusieran en planos y volúmenes geométricos. No se apartaban de representar la realidad, sino que querían representarla en el cuadro con un nuevo lenguaje.
El camino trazado por Picasso y Braque pronto fue seguido por los pintores
Juan Gris (José Victoriano González) y
Louis Marcoussis, el primero influido por Picasso, el segundo por Braque. Gris, tercer gran nombre del cubismo. Este
madrileñomalvivía en
París dibujando para revistas y periódicos. A partir de 1911 se interesó por el problema de la luz sobre los objetos, creando cuadros con iluminación naturalista, en los que los rayos luminosos oblicuos y paralelos entre sí inciden sobre formas rígidas, como puede verse en su
Retrato de Picasso de
1912. Él mismo dijo haber adoptado el cubismo «analítico», multiplicando los puntos de vista y usando colores vivos. Para el año 1912, Braque y Picasso ya habían realizado
collages, y Gris comenzó a introducir en sus obras diversos materiales como la madera o la tapicería, bien imitándolos, bien pegándolos (
El lavabo, 1912).
Braque, por su parte, influyó en el
polaco Marcoussis (Ludwig Markus). Más ortodoxo y menos original que Gris, creó una obra con colores intensos y cercana a veces al
futurismo. Comenzó en 1912 a trabajar el cubismo analítico, con obras como
Naturaleza muerta con damero (1912, Museo Nacional de Arte Moderno,
Centro Georges Pompidou).
Cubismo sintético (1912-1914)[editar]
En
El Portugués (1911) de
Braque aparecen palabras y números, lo que abrió una nueva vía que llevó al segundo período del cubismo, el
cubismo sintético (1912-
1914). Braque, que había sido el primero en utilizar la
caligrafía, y que más de una vez intentó imitar la
madera o el
mármol, fue quien inició esta última fase del cubismo al realizar
papier collés, pegando directamente papeles decorados en la pintura.
Picasso y
Braque comenzaron a incorporar material gráfico como páginas de diario y papeles pintados, técnica que se conoce como
collage. En 1912 Picasso realizó su primer
collage,
Naturaleza muerta con silla de paja (Museo Picasso, París), en el que añade al lienzo pasta de papel y hule. El color es más rico que en la fase anterior, como puede verse en los rojos y azules de
Botella de Suze (1913, Saint Louis, Misuri, Universidad Washington). Estas obras sintéticas son más simples, más sencillas de entender en cuanto a que son más figurativas, se ve claramente lo que se pretende representar. Los objetos ya no se reducen a volúmenes y planos expuestos en diversas perspectivas hasta ser irreconocibles, sino que se reducen a sus atributos esenciales, a aquello que los caracteriza de manera inequívoca sin lo cual no serían lo que son. Por ello, aunque reducido a lo esencial, queda claro en todo momento lo que son. Para representar los objetos «tipo» de manera objetiva y permanente, y no a través de la subjetividad del pincel, se recurre a lo que parece un ensamblaje. Los cuadros están formados por diversos materiales cotidianos que se pegaban o clavaban a la tela, como tiras de papel de
tapicerías,
periódico,
partituras,
naipes, cajetillas de
cigarros o cajas de
fósforos. El cuadro se construye con elementos diversos, tanto tradicionales (la pintura al óleo) como nuevos (como el papel de periódico). Los
cafés y la
música inspiraron estos
bodegones. Otras obras de Picasso pertenecientes a esta fase del cubismo sintético son
El jugador de cartas (1913-14) o
Naturaleza muerta verde (1914). Braque realiza en esta época
El clarinete (1913), el
Correo (1913),
Aria de Bach (1913-14) o
Violeta de Parma (1914).
En este período
Juan Gris realiza una pintura más libre y colorista. Emblemática es su
Place Ravignan, naturaleza muerta ante una ventana abierta (1915), donde el exterior se representa a la manera tradicional, con perspectiva renacentista, mientras que el interior de formas deconstruidas y compuestas desde diversos puntos de vista con planos quebrados. Por su parte,
Marcoussis llega a la cumbre de su tarea creadora con obras más poéticas y personales como
Músico (1914, Galería Nacional de Washington, col. Chester Dale)
María Blanchard nunca llegó a la total descomposición de la forma pero dejó su manufactura en forma de ricos colores. Su famosa "Mujer con abanico" (1916, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía),"Naturaleza muerta" (1917, Fundación telefónica) o "Mujer con guitarra" (1917, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía) son ejemplos del intenso estudio que realiza sobre la anatomía de las cosas, como señaló
Ramón Gómez de la Serna y del peso del color en su pintura. Tras esta etapa regresa a las técnicas figurativas donde queda impresa la influencia de las vanguardias.
La
Primera Guerra Mundial puso fin a la fase más creadora del cubismo. Muchos de los pintores cubistas, al ser franceses, fueron llamados a la lucha (Braque, Léger, Metzinger, Gleizes,
Villon y
Lhote). En la
posguerra, solo Juan Gris siguió trabajando el cubismo más o menos ortodoxo, aunque en un estilo más austero y simple, en el que los objetos quedaron reducidos a su esencia geométrica. Marcoussis creó una obra más poética. Braque siguió trabajando en la misma línea del cubismo sintético, con papel encolado. Nuevos pintores adoptaron un lenguaje cubista, como
María Blanchard. Pero la mayoría de los pintores hasta entonces cubistas, empezando por el propio Picasso, fueron adoptando nuevas tendencias, como ocurre con Duchamp y
Picabia, que crearon el
dadaísmo o
Mondrian que se adhirió a la
abstracción. El cubismo, como movimiento pictórico, se puede dar por terminado hacia
1919.
Escultura de Picasso
Homme aux bras écartés (1961) erigida en la plaza Picasso de Basilea
El cubismo en otras artes[editar]
El cubismo repercutió en la
escultura, a través de técnicas similares al
collage del cubismo sintético. La escultura empezó a construirse con materiales de desecho, elaborándose con piezas diversas y no procedentes de un solo bloque de piedra o mármol. Con ello se crea la llamada estética de «ausencia de masa», al surgir huecos y vacíos entre las superficies. Como los
arquitectos, los escultores no dan forma a un volumen, sino que crean espacios.
Los principales artistas del cubismo[editar]
BIBLIOGRAFIA:
https://es.wikipedia.org/wiki/Cubismo